
Estética de la imperfección
Es cierto que producir es muy importante y para el que produce es a veces más urgente crear que cuidar los detalles de cada uno de los objetos creados, no exigiéndoles a estos tener una gran terminación o presentación perfecta.
Existen quienes generan a partir de una idea, aunque esta varíe a medida que se va llevando a cabo, y quienes generan la idea a partir de algo ya creado: en el caso de los que producimos imágenes[1], un primer planteo en el espacio vacío puede ser el disparador.
Se admite la combinación de ambas. Uno puede tener un plan y no respetarlo en absoluto, el problema estaría si uno sencillamente no es capaz de respetar el plan y siempre se tienta con cada nueva aparición de tipo “plásticamente interesante” o bien porque la imagen comienza a hablar por si misma y uno decide escuchar.
Con la aparición de tantas nuevas posibilidades a nivel de la web (flogs, flickrs, myspace, etc), está aumentando mucho la exposición/producción de imágenes lo que, por un lado, sirve al productor en tanto mantiene un buen ritmo de trabajo, se exige en cantidad y agilidad, y tiene la seguridad de estar mostrando trabajo en un medio en donde cada uno muestra lo que quiere, sea bueno o malo. Esto deviene en que quienes acostumbran subir trabajos están habituados a recibir comentarios, a ser criticados. A su vez, se establece una mayor relación, o bien una más directa y simultánea entre lo que hacen unos y otros en ámbitos diferentes: se desarrolla algo más colectivo.
Sin embargo, están los que realmente poco se fijan en lo que hacen y cuelgan imágenes sólo por el suceso social que esto genera. Muchas veces podemos ver imágenes rotas, muuuy pixeladas, en fin, de muy baja calidad. No es que a estos no se los critique por hacerlo pero a quien realmente no le interesa, no le interesa, más allá de que éste pueda no leerse como productor serio.
Fotoperformance lab
Diríjase ahora nuevamente al piso 3 del ex liceo Francés, local de las Artes (ja), esta vez busque el pasillo. Verá unas fotos puestas en la pared de una manera simple, de a ratos hasta desprolija y volvemos a la ansiedad de mostrar sin cuidar la presentación. Es que es pertinente mencionarlo en relación a esta muestra de fotoperformance pues las imágenes son de muy buena calidad. Pero si sólo fuera que un buen fotógrafo registró hábilmente a un grupo de experimentales de la acción, no sería necesario hacer tanto barullo.
Estamos hablando, damas y caballeros, de un lenguaje desconocido para mi hasta ahora. Se trata en algunos casos de una escena o en otros de una secuencia en la que el performer toma las riendas por completo; es el que resuelve la imagen: decide lo que en ella se presenta así como también dirige al fotógrafo en su composición plástica.
[1] ¡Que manera genial de englobar a los que pintan con todos los otros! Me refiero pues, a todo aquel que resuelve espacios planos a través de los más diversos lenguajes.
Es cierto que producir es muy importante y para el que produce es a veces más urgente crear que cuidar los detalles de cada uno de los objetos creados, no exigiéndoles a estos tener una gran terminación o presentación perfecta.
Existen quienes generan a partir de una idea, aunque esta varíe a medida que se va llevando a cabo, y quienes generan la idea a partir de algo ya creado: en el caso de los que producimos imágenes[1], un primer planteo en el espacio vacío puede ser el disparador.
Se admite la combinación de ambas. Uno puede tener un plan y no respetarlo en absoluto, el problema estaría si uno sencillamente no es capaz de respetar el plan y siempre se tienta con cada nueva aparición de tipo “plásticamente interesante” o bien porque la imagen comienza a hablar por si misma y uno decide escuchar.
Con la aparición de tantas nuevas posibilidades a nivel de la web (flogs, flickrs, myspace, etc), está aumentando mucho la exposición/producción de imágenes lo que, por un lado, sirve al productor en tanto mantiene un buen ritmo de trabajo, se exige en cantidad y agilidad, y tiene la seguridad de estar mostrando trabajo en un medio en donde cada uno muestra lo que quiere, sea bueno o malo. Esto deviene en que quienes acostumbran subir trabajos están habituados a recibir comentarios, a ser criticados. A su vez, se establece una mayor relación, o bien una más directa y simultánea entre lo que hacen unos y otros en ámbitos diferentes: se desarrolla algo más colectivo.
Sin embargo, están los que realmente poco se fijan en lo que hacen y cuelgan imágenes sólo por el suceso social que esto genera. Muchas veces podemos ver imágenes rotas, muuuy pixeladas, en fin, de muy baja calidad. No es que a estos no se los critique por hacerlo pero a quien realmente no le interesa, no le interesa, más allá de que éste pueda no leerse como productor serio.
Fotoperformance lab
Diríjase ahora nuevamente al piso 3 del ex liceo Francés, local de las Artes (ja), esta vez busque el pasillo. Verá unas fotos puestas en la pared de una manera simple, de a ratos hasta desprolija y volvemos a la ansiedad de mostrar sin cuidar la presentación. Es que es pertinente mencionarlo en relación a esta muestra de fotoperformance pues las imágenes son de muy buena calidad. Pero si sólo fuera que un buen fotógrafo registró hábilmente a un grupo de experimentales de la acción, no sería necesario hacer tanto barullo.
Estamos hablando, damas y caballeros, de un lenguaje desconocido para mi hasta ahora. Se trata en algunos casos de una escena o en otros de una secuencia en la que el performer toma las riendas por completo; es el que resuelve la imagen: decide lo que en ella se presenta así como también dirige al fotógrafo en su composición plástica.
[1] ¡Que manera genial de englobar a los que pintan con todos los otros! Me refiero pues, a todo aquel que resuelve espacios planos a través de los más diversos lenguajes.
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