domingo, 25 de noviembre de 2007

Cediendo espacios



Encuentros, muestras, conferencias, laboratorios y movidas artísticas varias han sido una constante de este 2007 que ya se acaba. Más allá de la buena convocatoria o no de los eventos, y de la discutible calidad de lo visto en los mismos (detalle que no es menor a la hora de evaluarlos), podemos afirmar que el arte en Montevideo ha ganado terreno en este último año.
En el caso del Museo de Arte Precolombino e Indígena (MAPI), institución que depende de la IMM, la comisión que lo administra, acertadamente ha venido cediendo espacios del inmueble a diferentes propuestas de artistas visuales de nuestro medio, que le otorgan otra faceta al mismo. El edificio del MAPI, ubicado en la calle 25 de Mayo 279 entre Colón y Pérez Castellano, forma parte del circuito artístico y cultural de la Ciudad Vieja. Construido a fines del siglo XIX por Emilio Reus como establecimiento médico, cuenta con una arquitectura privilegiada y a pesar de no estar totalmente restaurado, invita a los visitantes a recorrer todas sus instalaciones. En la actualidad, aparte de la exposición permanente de piezas de su acervo (motivo de visita constante de niños en etapa escolar), podemos disfrutar de otras muestras.
En planta baja, en la muestra titulada “Maderas que hablan guaraní”, encontramos objetos de culto religioso realizados por indígenas guaraníes en las misiones jesuíticas. Presentada como una muestra que invita a rescatar lo que está latente en nuestra memoria de la presencia misionera india en nuestra región, es el resultado de un relevamiento nacional, realizado por la Comisión de Patrimonio Cultural Misionero y la Facultad de Humanidades de la Universidad de la República. Para complementar la experiencia, se sugiere la lectura de algún libro de Gonzalo Abella relativo al tema, o mejor aún, sacar en el video club “La misión” de Roland Joffé.
En el primer piso, en una de las zonas recuperadas del museo, los artistas visuales Suci Viera, José Pilone y Solange Pastorino, se animan a utilizar su propio cuerpo desnudo como objeto para realizar su investigación fotográfica y reflexionar sobre la visión del cuerpo en nuestra sociedad, el deterioro corporal, las medidas y la búsqueda de la libertad. El proyecto “Nudos”, que forma parte de la movida de Fotograma-07, es el producto de un trabajo de taller de varios meses que los artistas llevaron a cabo junto a la curadora Diana Mines. Hay que destacar el buen aprovechamiento que se hizo del espacio a la hora de montar la muestra, y la forma en que las diferentes propuestas se complementan e interactúan entre sí.
Si seguimos subiendo, en el piso dos y tres, podemos experimentar diferentes situaciones sonoras producidas por objetos audiovisuales realizados por artistas y estudiantes de la Escuela Universitaria de Música y la Escuela Nacional de Bellas Artes. A estas interesantes experiencias hay que sumarle por un lado el vértigo y la emoción que produce recorrer esos pisos en proceso de recuperación, y por otro el goce a la vista que ofrece la bahía de Montevideo y la arquitectura de los edificios que rodean al museo, que más allá de las propuestas que ofrezca vale la pena recorrer y experimentar. La visita se puede llevar a cabo de martes a sábado de 13 a 19 horas (no se fijen en la página web del museo porque hace un año que no se actualiza).

2 comentarios:

ladiablo dijo...

zzzzzzzzz, ok, alguien tenia que hablar de las maravillas del mapi.
hay que filmar una pelicula en ese lugar, es algo.........

mvc dijo...

es algo que